Ni tan tan, ni muy muy...

Más allá de la simpatía o antipatía que, durante mas de una decada ha generado Adalberto Ramones, su aportación a los formatos televisivos y a la forma de hacer televisión en México es trascendental. Sin importar que sus propuestas ya eran exito en otros paises, la historia del comunicologo regiomontano es la prueba de que los sueños se vuelven realidad cuando existe talento.

Y ese mismo talento hace que su programa Otro Rollo, muchas veces imitado, termine por salir del aire y dejar un hueco enorme en la televisión. No solo por la gente que ahi se presentó ni por los chistes que ahi se dijeron, si no porque fue el primer Talk Show en México que se mostró espontaneo, fresco y divertido.

Esto no implica claro, que su talento y visión ( o el de sus productores, o el de la gente que lo rodeaba) lo salvara de cometer estupideces, decir tonterías o volver, por momentos, su emisión, un tributo a la cursilería.

Contrario a lo esperado por muchos yo sí voy a extrañar los monologos, las secciones, los sketches y a muchos de los invitados envueltos en las ciscunstancias que ahi se presentaron.

Ahora que , de eso a que su vida, a estas alturas, ya dé para contar una serie de televisión, creo que dista mucho, pero habrá que darle el beneficio de la duda.